Durante el desarrollo de la primera visita en nuestra consulta de Osteopatía CALÍN&ALCACER, nuestra prioridad será ESCUCHARTE. Realizaremos una completa HISTORIA CLÍNICA, donde se te harán preguntas sobre tu historial médico, antecedentes familiares, sobre tus hábitos de vida y posibles situaciones de estrés emocional, y en caso necesario, se te pedirán los análisis y pruebas de diagnóstico por la imagen.
La EXPLORACIÓN FÍSICA, incluye el examen postural, los test de movilidad, pruebas diagnósticas de seguridad, vasculares y neurológicas, examen visceral y cráneo-sacral. No te debe sorprender que el examen para una molestia local sea general, ya que el abordaje en Osteopatía es holístico, haciendo un análisis sistémico de la red de relaciones que se establecen entre los diferentes sistemas del organismo, encontrando muy a menudo causas en estructuras bloqueadas a distancia de la zona del dolor. Tu osteópata entonces te podrá dar su DIAGNÓSTICO OSTEOPÁTICO y el PLAN DE TRATAMIENTO, dirigido a dinamizar las estructuras bloqueadas con ajustes manuales muy precisos, y/o te dará los consejos necesarios nutricionales, de suplementación natural o pautas de ejercicio, si las causas que bloquean tus estructuras son bioquímicas, emocionales o derivadas de tu estilo de vida.
El PRONÓSTICO depende de cada caso individual, pero en dos o tres sesiones ya te podremos pronosticar si su evolución es normal y responde bien al tratamiento, o bien hay que replantear el caso.
Los tratamientos de Osteopatía se realizan en contacto directo con la piel, por lo que pedimos a los pacientes que queden en ropa interior, si ello supone algún problema individual podemos encontrar alternativas en la ropa de baño o deportiva. Si tienes MIEDO a alguna de las técnicas que solemos utilizar, especialmente las técnicas de ajuste específico vertebral (pese a no ser dolorosas) lo entendemos, por el potente efecto reflejo que producen, así que hay alternativas en todos los casos, con técnicas funcionales como las que se utilizan en niños o en ancianos.
El valor de las visitas es de 65 euros. Una vez encontrado un equilibrio en tu salud, el mantenimiento puede suponer una visita cada tres o seis meses, en función de tu estilo de vida.